La ética más que un valor, sabemos que es un principio que la sociedad debe afrontar para poder vivir de una manera libre y transparente. Cuando menciono la palabra libre me refiero al poder tomar decisiones concisas, como bien decía Fernando Savater en el libro Ética para Amador: “La libertad no es una filosofía y ni siquiera es una idea: es un movimiento de la conciencia que nos lleva, en ciertos momentos, a pronunciar dos monosílabos: Si o No.”
Saber elegir un camino por medio de las respuestas y actos, tomar decisiones para poder vivir de la manera en que nos convenga, es parte del concepto ético, pero no siempre se está claro de cuales son los factores que nos convienen para vivir. Bien sabemos que el elegir engloba muchas cosas, tantas que hay cosas que no podemos elegir, por ejemplo nadie puede seleccionar entre un terremoto y un tsunami, pero si podemos optar por nuestro comportamiento ante lo que no podemos elegir.
Naturalmente el humano es un ser sociable, debe jugar con el intercambio para poder vivir de una manera sana cubriendo nuestras necesidades. Esta dualidad esta basada en el intercambio de palabras, bienes, servicios, conocimientos, ideas, amor, etc. El día a día esta lleno de personas que buscan vivir, algunos van a trabajar, otros van a aprender, otros buscan recursos… todo esto hace que nos enfrentemos en la vida cotidiana a un juego real de competencia.
Por eso hago énfasis de que si la ética no existiera todos estuviéramos en una guerra constante en todo lugar y en todo momento, buscando no una manera de vivir sino de sobrevivir.
La globalización viene tocando nuestras puertas desde hace años, ya esta aquí y se quedara por siempre. Guerras y conflictos mundiales dejan en evidencia la quebrantada estructura en las raíces de la ética, y cuando digo raíces es porque la humanidad ha vivido en guerras desde sus principios, pareciera necesario vivir en guerras para mantener al planeta vivo. Aunque no podemos saber si es realmente necesario vivir en guerras, creo que si es significativo vivir en competencia.
El simple hecho de nacer nos incluyó en una competencia, nuestra primera palabra, nuestros primeros pasos, nuestra primera lectura, ir al colegio, a la universidad, al trabajo, nos ha mantenido en una actividad de competencia.
Es importante resaltar lo beneficioso que es el protocolo de estudiar para luego trabajar. Se supone que se estudia para aprender los valores éticos que luego se amoldaran profesionalmente a cada una de las personas que han decidido competir, finalmente entran al área más común y de gran competencia en el mundo, al sector empresarial.
Bien sabemos que el sector empresarial, es aquel fragmento de la actividad económica que tiene como finalidad la producción de bienes y servicios para satisfacer las necesidades de las personas, viéndolo de todos los puntos de vista, es decir; satisfacer las necesidades de los que quieren consumir y de los que quieren trabajar.
Para entrar a competir en el sector empresarial es necesario conocer todos los factores que influyen en un modelo de ética, donde a mi criterio es uno de los sectores en el que más se necesita buscar el equilibrio y la armonía para poder llevar una vida digna.
La dignidad es el corazón del respeto, es un derecho mundial y estratégicamente es uno de los valores primordiales dentro el campo ético. Pero la dignidad se gana con el respeto, no se puede ser digno si se miente constantemente, no se puede ser digno si robas y obviamente no se puede ser respetado si no eres digno. Para ser dignos hay que enfocarse por desarrollar día a día una mejor persona, capaz de convertir los errores en una imagen exitosa. Ser personas con aspiraciones, con metas y objetivos trazados, capaz de satisfacer necesidades personales y de quien la necesite.
Un factor que suma puntos al respeto y a su vez hace a las personas más dignas, es la credibilidad. Si se es una persona creíble, entonces se es una persona respetada, porque ese resultado de credibilidad se obtuvo por medio de hechos confiables que respaldan la conducta de dicha persona. Pero ¿ Como se es una persona confiable?, la confianza se hace con la honestidad, por medio de una conducta bien encaminada, sabiendo cumplir con normas y compromisos, siendo transparente, asumiendo errores y buscando soluciones en vez de culpables.
El asumir errores no solo esta basado en la honestidad sino también en lo profesional, es la clave de la proactividad otro factor que va de la mano con la dignidad en el mundo ético del sector empresarial. La ley de la acción y reacción es la senda de una persona pro activa, saber posicionarse ante sus mismos actos, asumir riesgos y desarrollar la manera de crecer como una persona con metas profesionales.
Hay que ser diestros siempre en el camino a elegir para vivir, me refiero a que es la ética quien debe acompañar a la persona en su carrera profesional. La capacidad de tener iniciativa es el producto del esmero por hacer las cosas bien, por innovar, por dar un paso y de no renunciar a lo que se quiere lograr.
Se puede tener iniciativa, se puede ser innovador pero mantendríamos la estructura de la ética quebrantada si innovamos una maldad o si iniciamos un mal acto. Por eso es importante nombrar y resaltar la palabra “responsabilidad”, responsabilidad es el hecho de responder a una iniciativa a un acto. Responder no significa dejar una respuesta, responder significa solucionar y buscar la manera de llegar a un resultado, un resultado ético.
Es imposible ser responsable y luego abandonar un proyecto. Tumbar tu misma iniciativa, tu misma innovación por algo que quizás prometa más de lo que tienes, te lleva a ser una persona irresponsable, bien sabemos que la irresponsabilidad es la falta de compromiso y lealtad de una persona. Hay que ser leales en lo que se esta trabajando, se debe buscar la manera de construir alternativas a aquellas proposiciones que no son éticas dentro de una empresa. Hay que ser leales y firmes en lo comprometido. De lo contrario no se es ni ético, ni profesional mucho menos generaría respeto.
Construir una buena vida y colaborar con la de los demás, es una forma de demostrar el grado de la buena intensión que se tiene para crecer en paz y armonía. Por eso es importante relacionarse, no en un sentido de interactuar con otros sino en el sentido de saber hacerlo. Hay que relacionarse con los jefes, con los empleados, con los vecinos, con los clientes, con el ambiente, con el medio ambiente… es necesario saber cuales son los limites y entender que hay hechos que pueden explotar otros hechos, bien sean malos o buenos.
